martes, octubre 07, 2008

Comunión con nuestros dioses

Acabo de leer en La Rama Dorada de J.G. Frazer acerca de la comunión del dios a través de su ingestión, parece cosa vieja y desgastada; creo sin embargo, que la desesperanza y lo excesivamente material que se está volviendo la cultura es porque lo espiritual y lo perenne se desdeña por lo inmediato, lo instantáneo. Sumando a esto los esfuerzos de algunas religiones por crear muros entre los individuos y sus dioses.

Leía que había unas simples aunque razonables acciones para prepararase a recibir al dios, simplemente era ayunar o purgar el estómago para recibirlo sin mácula. Eso, comparado con tener al dios en el cuerpo, no es nada, por lo menos para mí esa gloria es una gran bendición. Imagínense esa sensación tan cercana de la divinidad, ¿no se antoja?

Luego vino la burocracia: confesiones, sacrificios tontos (algunos), mortificaciones innecesarias, pecado... El panorama no es alentador, si tengo que fastidiarme el cuerpo innecesaria y dolorosamente, ese dios puede ir a cocer rábanos. Algunas doctrinas se han encargado de eso, ya no sirven a su dios, ellos se sirven de sus dios para someter, ¿cómo se extrañan entonces tanta falta de espiritualidad? Ellos mismos la han hecho burocrática, pesada y sin sentido.

Los dioses (de su preferencia) están ahí, su bendición está al alcance de la mano, no me refiero a la religión fácil (y si así fuera, mejor), me refiero al sentir que merecemos esto y que ellos están para cuidarnos y darnos lo mejor para nuestro desarrollo tanto personal como espiritual. Ya había hablado de rezar, es lo más simple de la conexión con la divinidad, lo demás está también en ver las bendiciones de la vida, dar gracias, servir a la humanidad, cuidar el mundo, amarse y amar...

¡A comulgar pues!
Hasta luego

3 comentarios:

Adriana dijo...

hay chuy por eso me caes bien siempre tienes algo chido que comentar con respecto a Dios.. Y neta eso me gusta.

cuidate mucho yo tambien te quiero un chingo jajja
Dios te bendiga pues

Carlos dijo...

Así sucede mi estimado Chuy, con el tiempo vamos perdiendo esa capacidad de creer, de comunicarnos con ese "algo" que vive dentro de nosotros. Sin duda en este mundo es facíl distraerse y perderse en un remolino de ignoracia que parece ser un estado de lucidez.
paradojicamente en estos ultimos tiempos me he convencido de que en definitiva una religiosidad como tal no funcinaría para mí, pero sin duda alguna desarrollar una espiritualidad ha sido bastante bueno, no quiero decir con esto que sea necesario volverse un new age y esas cosas. Sin embargo y a pesar de ser yo bien descreido, he aprendido a tener fé, igual una fé bastante racional, pero a fin de cuentas fé en lo que es y en lo que viene.

saludos y buena vibra!

Chucho dijo...

¡Un momento! Yo no hablo de dios Yahvé solamente, yo hablo de todos lo dioses.

Y si, cuando la religiosidad, si algo ya no nos re-liga a lo divino, la espiritualidad, nuestra espiritualidad es lo mejor que tenemos, insisto: descubrir la propia divinidad digna, ¿porque no?

Bendiciones a todos.