Partir de la incompletud

Fuera de la sensación de vacio, que ésta a veces es natural, darnos cuenta de que algo nos falta es elaborada y hasta extraña. Creer que estamos incompletos viene de los demás, nos empiezan a criar con eso, necesitas la salvación, es decir, te falta salvación porque lo que te sobra es "pecado original" (y hablar de lo que nos sobra es otro tema); cuando eres adolescente te falta madurez y experiencia; ya maduro, cuando se supone que estás en la plenitud de capacidades, te falta libertad y juventud; de viejo qué decir...

Esto es perfectamente usado por la publicidad, nos falta aceptación/sexo/amor/fama/estatus/felicidad/mujeres/belleza/figura/etc. Obviamente algunas se pueden efímeramente comprar, de ahí personas que cuando se sienten tristes o solas salen "de shopping" y sí, la sensación de tener algo nuevo les da una pequeñísima alegría que se va dos o tres horas. Habría que revisar el trasfondo de ese estado anímico. Fritz Perls hacía referencia al Budismo Zen con su vacío fértil: checar dónde se localiza y observar qué es lo que surge "paradógicamente" de ése vacío.

Fritz Perls también distinguía las necesidades de los deseos, las primeras son naturales y surgen del Ser mismo y de su cuerpo: comida, sueño, sexo, aire; su satisfacción otorga verdadero bienestar y realización al Ser y al cuerpo, no sólo al ego. Los deseos son creados a partir del ego y del exterior, ofrece satisfacción momentánea y psicológica, por lo que hay que buscar ese satisfactor casi de forma compulsiva.

Que no los engañen, no somos seres incompletos, podemos satisfacer nuestras necesidades físicas con las cosas, al fin necesitamos comer, refrescarnos, higienizarnos. Lo demás son herramientas para enriquecer el espíritu, no para tapar nuestra sensación de falta que no sabemos identificar. ¿Usas las cosas como herramientas o las cosas terminan por poseerte y controlarte?

Hasta luego