Hace mucho tiempo que alguien tuvo la desventurada sinceridad de describirme así, "el grinch neurótico del Face", no esperaba tanta sinceridad tan seca y de sopetón, fue hasta que otra persona tuvo la estupidez de repetirlo en mi cara que decidí mandar a volar al primero, y así desde entonces muchos conocidos han desfilado por mis redes sociales, tema ya tocado.
Al final, cada quien puede hacer de su muro lo que quiera, no juzgo los contenidos de mis amigos, lo he hecho con personas que ni siquiera valen la pena. Si algo me molesta que dice alguien simplemente y por salud mental, dejo de seguirlo, creo que muchos más me han hecho la misma cortesía. Y la verdad si me quejo es cuando me he topado con verdaderos imbéciles, ignoro aún si es correcto quejarse en su propio muro sobre lo malo que le pasa a uno, porque de poner puras fotos de fiestas y mamadas positivas nos llevamos puras apariencias. No pretendo mostrarme como nada, simplemente soy, no uso el pretexto de "así soy ¿y qué?", los buenos amigos saben cómo soy en realidad. Los demás creen que me la paso odiando, ni que fuera sus proyecciones del Grumpy cat.
Empiezo a sospechar de la gran cantidad de imbéciles con los que me cruzo solamente de pisar la calle. Quizá me estén enseñando paciencia. A esta edad no quiero tener paciencia con los imbéciles, ya será, y es, problema mío.
Au revoir
Realmente me caga la gente más mamona que yo, jajajajajajaja y eso ya es un decir. Lo peor de todo es la gente que no ve más allá de su ombligo, que le pone dedo a todo mundo y cuando se trata de tomar responsabilidad y ponerse a hacer, les vale pito todos los demás y sólo sus necedades y necesidades son las que importan. Esa gente que le pudre ser amable de repente y también de repente se portan muy complacientes. Igual no siempre andamos con humor para ayudar pero no hacemos énfasis en que no podemos, esa gente que es deliciosa y vomitiva a la vez.
Lo sano es, insisto, poner distancia con esa gente histérica, recordarle sus compromisos y mandarlos a la chingada cuando se han comprometido y luego dejan todo tirado. Nadie los obliga, sólo no dejen sus compromisos y personas a media tarea.
Buscarle tres pies al gato es una reverenda mamada, y luego poner dedo a los "culpables" no es de gente madura, es de pinches ojetes. Los vomito. Piérdanse.
Au revoir.
En Facebook me encuentro cientos y cientos de frases y consejos sobre cómo mandar a la chingada a la gente "tóxica" o la que se la pasa jodiéndote la vida. Como Psicólogo puedo decir: Va, estás en tu derecho de ser feliz y de alejarte lo mejor posible de personas que no aportan nada positivo a tu vida. Hay gente que cree que aunque sea la familia y sea una fuente continua de majaderías y desavenencias es "bueno" seguir con relaciones que nos van desgastando de a poco "porque es la familia", pavadas. Si bien no puedes alejarte totalmente de esa gente por lo menos puedes hacer el puto lazo más delgado hasta que se haga inexistente. Y eso quién sabe por que puto México y sus putas costumbres afectivas de la puta mierda.
En terapia podemos acompañar al paciente para que pueda tomar una decisión sobre eso y sobre su responsabilidad sobre su vida.
En lo personal me fastidia tener que aguantar mierda y mierdeces de gente indeseable, hay gente que le fascina seguir en relaciones mierda con gente mierda sólo "porque es la familia", les encanta arrastrar ese peso por razones que ya ni sé, puede ser porque son buenos cristianos o porque son buenos hijos, algo estarán pagando en esta vida, si es que entienden lo que es el karma. Aguantar gente mierda por un deber cristiano es muy cuestionable para mi, de ahí en fuera es puto problema de cada quien saber de qué sabor de mierda les gusta comer. Si es por otra razón moral, va por lo mismo y sigue siendo vida de cada quién.
Y si están esperando una señal, ésta es la señal y la reflexión que necesitan...
Y a toda esa gente mierdera les mando un PITO, PITO DOBLE, PITO TRIPLE, PITO METEÓRICO....
Hasta nunca.
Imagínense, un año de "pendemia", esto aquí en México ya no es pandemia, una pendejez que se alargó gracias a un montón de pendejos e imbéciles fiesteros, gente incrédula que no le importaba la salud de los demás. Lo peor de todos es que esos pobres diablos que son la carne de cañón del detritus de la sociedad no se murieron de Covid-19, no, solamente esparcían el pinche virus traído por extraterrestres hijos de toda su puta madre. Todo lo demás necesario cerrado, todo lo que se atasca de pinche gente desaseada y que le encanta sobarse entre las multitudes. Asqueroso.
No es un secreto tampoco que la pendemia sacó lo peor de la parte mierdera de la sociedad, los pobres diablos que creen que se pasan de listos, pero igual se pasan de pendejos. Pienso en las tantas frases tan ciertas que se comparten en los grupos de AA: "Hay pendejos que muertos valen y personas que en vida estorban". Quiero dejar patente lo que, a pesar de mi filosofía y corazón humanista, nunca ha dejado de estar a la par de esto: MI asco y desprecio por la chusma, por el ser mierda, por el gusano que se arrastra en el suelo con gusto, por los miserables que necesitan ver todo jodido o lleno de mierda a su alrededor.
Ustedes ya están pensando en alguien, o en varios. Esperemos que en estos tiempos de karma acelerada, los detenga a su modo o los haga recapacitar.
Hay muchos temas pendientes, habrá lectores fieles, habrán otros pobres pendejos que sientan placer con mis "desgracias", habrá quien se vuelva a encabronar con o mucha razón de lo que diga. Cada quien sabrá qué hacer, y que con su pan se lo coma.
Au revoir.
