Soy la muerte de todos los pendejos
de los imbéciles, de los que estorban.
Soy su final obvio
pero me tardo, los perdono
me río de ellos, pobres imbéciles
su idiotez es su castigo.
No tengo que ir por ellos
vienen a mí por su propio pie.
No soy su castigo pues
es su vida idiota,
tal vez alguien me los envíe
consecuencia de su idiotez.