Antes sentía como fanfarronería y presunción de las personas que hablaban de lo bien que les iba y lo nuevo que tenían. Eso era muy sencillo, tanto en San Luis Potosí como en todos lados habrá quien sí fanfarronée y presuma lo que tiene, y hasta lo que no tiene, como sea, es fácil detectarlos.
Entonces descubrí (pobremente explicado en El Secreto, donde se piratean de forma muy pinche los Principios Herméticos) un buen ejemplo sobre hablar de la propia abundancia: cuando era niño pudiera haberlo experieiado desde mi baja autoestima (ja ja ja, que se me hace que es puro pedo mío), tengo un tío que hasta hace poco me enteré que estaba con los Rosacruces (eso explica todo) y el "hablaba de su propia abundancia", repito: quisá en ese entonces lo veñia como presunción, hoy lo veo de otra forma, porque también recuerdo que compartía de aquello que comentaba y, de cierta forma, compartía su felicidad.
¿Por qué no dar buenas noticias al mundo? Ya sé que existe bastente gente que es envidiosa y por eso es tabú hablar de lo bien y hermoso que es nuestra vida; tal vez esa envidia los mueva a buscarse su propia abundancia en vez de estar deseando el mal del otro o chupando esa buena vibra...
¡Una patada a los envidiosos y sanguijuelas! ¡Éxito y bendiciones a todos!
Hasta luego
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