Habrá que darles un buen jalón de orejas a los pendejetes adolescentes indiscretos y hocicones que por sus mamadas que se la pasan diciendo luego provocan desastres, peleas y corajes. EL pedo aquí es que los muy imbéciles luego no limpian su desmadre y todavía se indignan porque se le es regaña. Pendejos.
¡Despierten atolondrados!
Au revoir
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