Debo aclarar que no tienen nada que ver con eso de bajarse los calzones. No no no no. Aunque parezca mentira, la idea no es mía (por aquello de los calzones) es de mi querido profesor-gurú, que boga por la simpleza y lo directo de las palabras e intervenciones de ésta técnica. Por ejemplo, uno que nos dio mi admirado profesor:
Terapeuta: Eres puto, ¡acéptalo!
Según algunos testimonios de terapia hasta te agradecen la sinceridad de la técnica. A mí me parece que tiene mucho que ver con mi idea de pertenecer al Club del Tío Lolo (el que se hace pendejo solo). Así que aquí está la propuesta para aquellos que les interese este tipo de terapia para seguirla desarrollando, podría ser revolucionaria...
Hasta luego.
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