Camino a casa me encontré con una madre soltera que me pidió una ayuda, fue tal su turbación y desamparo que me sorprendió y mi gesto, supongo, no fue el mejor que pudiera haber encontrado hoy, me pedía disculpas entre explicaciones de algo que yo no le estaba reclamando; en mi saque de onda sólo atiné a darle una monedas, olvidé quizá preguntarle por hogares para mujeres solas con hijos, si sabía de alguno... Me dió las gracias diciéndome que Dios me bendiga, le respondí igual murmurando, para variar, seguí mi camino sacado de onda...
Recordé entonces el camino que vamos recorriendo todos en esta vida terrenal, que pude haber hecho más, ojalá Dios y todos aquellos que puedan cuidarla lo hagan. Tanta gente deprimida pudiera estar ayudando a estas personas, en fin.
Hay bastantes cosas por hacer y muchas personas que aydar...
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