lunes, marzo 29, 2021

Aquí casual, escribiendo

Imagínense, un año de "pendemia", esto aquí en  México ya no es pandemia, una pendejez que se alargó gracias a un montón de pendejos e imbéciles fiesteros, gente incrédula que no le importaba la salud de los demás. Lo peor de todos es que esos pobres diablos que son la carne de cañón del detritus de la sociedad no se murieron de Covid-19, no, solamente esparcían el pinche virus traído por extraterrestres hijos de toda su puta madre. Todo lo demás necesario cerrado, todo lo que se atasca de pinche gente desaseada y que le encanta sobarse entre las multitudes. Asqueroso.

No es un secreto tampoco que la pendemia sacó lo peor de la parte mierdera de la sociedad, los pobres diablos que creen que se pasan de listos, pero igual se pasan de pendejos. Pienso en las tantas frases tan ciertas que se comparten en los grupos de AA: "Hay pendejos que muertos valen y personas que en vida estorban". Quiero dejar patente lo que, a pesar de mi filosofía y corazón humanista, nunca ha dejado de estar a la par de esto: MI asco y desprecio por la chusma, por el ser mierda, por el gusano que se arrastra en el suelo con gusto, por los miserables que necesitan ver todo jodido o lleno de mierda a su alrededor. 

Ustedes ya están pensando en alguien, o en varios. Esperemos que en estos tiempos de karma acelerada, los detenga a su modo o  los haga recapacitar.

 Hay muchos temas pendientes, habrá lectores fieles, habrán otros pobres pendejos que sientan placer con mis "desgracias", habrá quien se vuelva a encabronar con o mucha razón de lo que diga. Cada quien sabrá qué hacer,  y que con su pan se lo coma.

Au revoir.

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