
Claro, nedie quiere encontrarse con situaciones desagradables, pero cuando han pasado podemos rehacer y reparar el daño hecho hacia nosotros, podemos apapacharnos, sacudirnos aquello que no es nuestros y que ya no está. Quizá esa reconstrucción nos traigan aspectos de nosotros "perdidos" que son muy poderosos y esenciales a nuestro ser.
Reconstruyamos pues nuestra receptividad, no porque nos haya tocado algo desagradable seguirá siendo igual. Todo es para mejorar. Hace unos días me dí cuenta que todo es una buena noticia, y no hablo de encontrarle lo bueno a lo desagradable que ha pasado. Se los dejo de tarea.
Hasta luego
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