jueves, julio 17, 2008

Línea de ayuda las 24 horas

Mi mejor amiga se quejaba al principio de la carrera de Psicología que muchas personas venían a ella para contarle sus problemas, obviamente apenas iniciábamos, por mucho podíamos conocer quién era William James o las mónadas, aún faltaba tiempo para ser ayudadores profesionales (como diría Jorge Bucay) en Psicología, preguntarle a nosotros en ese entonces era como preguntarle a cualquier persona en la calle.

Creo en lo que propuso Carl Rogers acerca de las relaciones terapéuticas, creo que sigo siendo Psicólogo aquí, en el baño, en la calle tanto como en un consultorio o un aula, pero también sigo siendo Chucho, uno solo, y lo que siento allá, siento acá. Con esto quiero llegar a que la mayoría de las veces se espera de los Psicólogos "comprendan" a la gente (incluso yo alguna vez), para los idealistas está bien, pero hasta Rogers sabía que a veces no estaba disponible para las personas y se los hacía saber, y estaba en todo su derecho.

Peor aún son las personas que buscan Psicólogos para emparejarse porque creen que sólo ellos podrían comprenderlos (léase aguantarles sus mañas egomaniácas y egocéntricas), lo que nunca se imaginan es que también los Psicólogos como personas tenemos necesidades y sentimientos propios, no somos sustitutos de nadie ni de su madre o una nana. Consejo: Cómprense un perro y atiéndanlo. (Pa' que vean lo que se siente ja ja ja)
Au revoir

3 comentarios:

Tox dijo...

Pos yo digo que todos los psicólogos están locos, entonces las escuelas de psicología son manicomios. Ir con un loco te enloquece. De cuando acá los locos te escuchan? Desde que hay escuelas pa' entrenar locos.

Jojo sólo bromeo... o no?

Yo tengo un gato y lo atiendo, por eso no soy psicólogo.

ñ_ñ

Alecanev dijo...

y a mi quien me comprende???
jaja muy bueno, estoy de acuerdo contigo.

Chucho dijo...

Ese gato es mi gato, y desgraciadamente todo necesitamos ser entrenados para escuchar a los demás. Y sí, también ir con un loco te enloquece, no importa que se comporte como caballero, puede que termines divorciado o casado con él.