Llega un momento en la vida que uno ya no está para chingaderas ni pendejadas... Perdón, en este momento de mi vida no estoy para chingaderas ni pendejadas. Porqué prometer algo que ni por asomo se le ocurrirá cumplir, por qué decir cosas que no son reales... Cada paso me lleva al descreerme de todo, ¡vamos! no estoy para perder mi tiempo, me caga que dispongan de mi tiempo así y peor, que jueguen conmigo. Primero están con sus tarugadas y cuando se les vuelven en contra se quejan...
¡Pardiez!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario