Hace algún tiempo en la colonia sucedió algo extraño: Anduvo un mal tipo argumentando que era familiar de unos vecinos y que pues no tenía dinero para el taxi en el que venía y que pues si le podía prestar. El problema es que pues hay algunas personas buena gente y pues se mocharon (yo me salvé, ya me había enterado de la transa).
¿Pero cuando ese alguien que llega así es un conocido? Lo más gracioso es que algunos llegan presumiento que su papi está ganando millones en su negocio, ¿entonces porqué venira mendigar 200 pesos? Pobre de su papi que anda millonario y manda a mendigar a sus hijos (tsk tsk). Otro aspecto más nefasto de estos niñitos engañadores es que luego andan por ahí tratando a la gente con desdén, ja ja ja, eso sí que es formacion reactiva, en vez de avergonzarse por andar de huevones, tratan a los demás como si fueran huevones y ellos los que mueven a la mundo, diantre.
¡Ay San Luisito! Tanto que se guía por las apariencias y yo sigo sin aprender a distinguir a los posers y falsos hasta muy tarde.
Au revoir
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