Bueno, basta de escabecharnos al autor. Es harto conocido aquellos tipos que se enamoran de prostitutas y teiboleras, en su "gesta amorosa" les da por rescatarlas (ilusamente) de aquel ambiente horrendo y pecaminoso. Ésto es a lo que llamo el "Mito de Justina". Los enamorados de la rosa más dulce e inocente que se encuentran con algo muy distinto y sin embargo siguen enamorados pensando hacer el rescate antes mencionado. Para algunos casos ver Ese oscuro objeto del deseo de Luis Buñuel. No es tan fiel a lo que decimos pero conserva la línea.
De repente las prostitutas se ponen de moda como la mujer que nos hace felices (más de media hora pues). Quiero aclarar que no juzgo a las personas que se dedican a eso, sé que la gran mayoría no lo hace por gusto. Los medios ahora nos muestran historias tipo Sheccid, donde el hombre es capaz de negar la realidad misma por mujeres así. De aquí a lo de Magdalena reivindicada, arquetipo de la prostituta que, a causa de su arrepentimiento y servicios, es perdonada por su anterior condición "pecaminosa".
¿Pero qué pasa si Magdalena nunca hubiera sido prostituta? Toda la relación hacia la mujer dentro del pensamiento judeo-crsitiano cambiaría, cosa que El Código Da Vinci nos muestra involuntariamente, haciendo resurgir el planteamiento de la Diosa interna de cada mujer, intentando con esto completar la "Liberación femenina" o por lo menos dignificar el trabajo de la mujer tanto fuera como dentro de la casa y el trabajo.
Esto es un esbozo, lanzo la propuesta...
Hasta luego
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