Si esto pasa arriba, ¿por qué sorprendernos que pase abajo? Si el gobierno infla estadísticas, ¿Por qué no hacerlo con las calificaciones de los alumnos? Si la gente hace lo que quiere con las reglas, ¿por qué extrañarse que se les deje hacer lo mismo a los niños?
El problema es que me sigue enfadando todo esto si ya sé que esto es una vil farsa, como nuestro gobierno es una burla de sí mismo, un montón de gazmoños haciéndose pendejos por su hueso, no deberái extrañarme que las autoridades de cualquier trabajo y cualquier escuela sean una burla, otro montón de gazapos rastreros.
El sueño anárquico, no hay autoridad que valga (como tal), cada quien hace sus reglas como Dios le da a entender. De vergüenza.
Au revoir.
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