jueves, enero 01, 2009

Érase una vez en el Oeste

Luego de la "trilogía de los dólares", Sergio Leone comienza una última con "Érase una vez en el Oeste" pasando por "Érase una vez.. la Revolución" y terminando con "Érase una vez en América", donde los expertos comentan que muestra la llegada del tren al oeste (y con eso el progreso, la tecnología y sus consecuencias), dejando de lado el uso de carretas localmente, en la segunda vemos las primeras motocicletas y al final vemos a los gángsters. Hablamos pues de la decadencia del western como tal.

Pero voy a hablar sobre el primero de ésta serie, que desde el tema principal compuesta por el genio Morricone, inprescindible en este tipo de filmes, nos muestra esa sensación triste de estar viendo el final de algo. Los pistoleros como esa "raza antigua" que dijera Armonica, van perdiendo sentido en el nuevo mundo de vías, máquinas y hombres de negocios; su universo se desmorona con el avance tecnológico, incluso Claudia Cardinale, podríamos decir que se rebela como esa mujer fuerte que no necesita ser rescatada por el hombre. Uno a uno, los personajes de este filme van despidiéndose del mundo conforme a su condición, los que quedan se van difuminando, que nuestra imaginación vuele, por lo menos hasta el siguiente filme.

He de confesar que el tema principal me saca lágrimas, pero para terminar el post quiero comentar sobre Claudia Cardinale como una de las representantes de las mujeres de verdad, no mujeres diseñadas por maricones, mujeres hechas para el hombre, no para el macho, bellas, fuertes, resueltas, las que se dan su lugar y que dan el lugar al hombre.

Hasta luego.

No hay comentarios.: