Hace algunos años trabajé en una empresa de outsourcing, que es un apéndice de otra que se dedica a aconsejar a otras empresas a establecer un clima laboral óptimo para la productividad. Ajá,sí claro. De las experiencias más espantosas de mi vida y ha permanecido conmigo desde entonces, algo escribí en el antiguo pensadero.
Esta empresa que aconseja a otras empresas a mejorar el clima laboral y sea más eficiente, sin embargo dentro de ésta el clima laboral dista mucho de ser bueno o saludable, empezando por su directora general, la segunda al mando, que se hizo del puesto casándose con el gerente y dueño del negocio, siendo antes la secretaria de éste. Una señora déspota, explotadora, trabajólica y grosera. Cuando la oficina era pequeña relativamente podías sentir sus gritos de regaño a otros como si fueran para ti. Partidaria de exprimirte hasta el último aliento en horarios de oficina, e incluso fuera de ellos y todas las horas que pudieras laborar.
Si bien el ambiente laboral no era visiblemente tenso, era calmado, de sometimiento, ni a la hora de la comida dejaban de hablar de trabajo, asqueroso. Tuve regresiones a mis ocho años de edad, como si esa gente fueran mis padres (por cuestiones de autoridad, es la similitud) sólo que los de esta empresa son muy nefastos.
Ni hablar del outsourcing o tercerización, el invento más culero, cobarde y esclavizador que hayan inventado los putos genios de Recursos Humanos. Si no ves en tu contrato el nombre de tu empresa y ni siquiera es en las oficinas de la empresa donde firmas tu contrato, eres víctima de tercerización, sí, víctima, nunca ése método será algo que beneficie a los empleados, y siendo una forma de violencia muy sutil, te vuelve un receptor de violencia laboral desde que firmas. Tú trabajas en y para una empresa determinada, pero esa empresa no te tiene registrado, tu contrato está a otro nombre: una tercera "persona", das tu trabajo para X y te subcontrata y te subpaga Y, si tu quieres reclamar a la empresa donde asistes y das tu fuerza laboral ellos no te tienen en existencia, sólo te toman asistencia.
Hasta ahora veo que se habla de sueños sobre el trabajo, pesadillas que se tienen acerca del trabajo, yo las tuve. Y no tenía más de tres meses ahí, no duré más de tres meses ahí. Ya se imaginarán cómo estuvo la cosa. Un constante pendejeo, literal. Plazos de trabajo imposibles, gracias a Bimbo. Compañeros culeritos, excepto un par y el dueño. En el tiempo que estuve, sacaron a una mona de su puesto en General Motors para que fuera mi jefa directa, esto se llama robo laboral, robarte empleados de otras empresas. Un día simplemente la llamaron a la oficina (casualmente ese día la directora no gritó), ella salió con lágrimas en los ojos, se despidió de mi rápido y salió de la oficina. La rotación de personal desde que entré era muy fluida, eso no habla nada bien de una empresa, y menos de una que da consejitos de cómo llevar bien una empresa.
A la encargada de recursos humanos de ahí, que era del DF, sólo la vi el día que les díje que ya me iba, según ella se sentó a escuchar mis razones pero la interrumpían a cada rato y me dediqué a firmar mi salida. La empresa me prestaba un coche para hacer mis entrevistas socioeconómicas, para salir de la empresa tuve que pagar una multa que ni siquiera fue mía pues ese día no usé el coche. Es decir, todavía les salí debiendo. Algo que me sorprendió pero que resultó ser muy consecuente fue que al despedirme, una de las muchachas que hacía
prácticas me abrazó con los ojos llorosos y me dijo "Te entiendo". Una joven que hacía prácticas, alguien que no estaba del todo vinculada a la empresa mas que por un trámite de su universidad, descargando todo aquello conmigo. Eso me dio más fuerza y ánimo para saber que lo que hacía era correcto y sano para mí. Sentía que se me iba pudriendo el alma laborando ahí.
Creo que cualquiera ha pasado por una entrevista de trabajo, ha tenido que aguantar a algún pendejo de recursos humanos, que lo tratan a uno como pendejo, que llevan la entrevista como si fuera un concurso de adivinanzas, como si fuera un programa japonés de concursos, como si te hicieran el favor, que no sé si es por su potosinez o por el puesto (o una suma de ellos). Y todavía luego que te hacen el favor de entrevistarte tienes que mandar una carta de agradecimiento por el detalle. Te tratan como un recurso desechable, pero ellos no tienen en cuenta que ellos también son un recurso desechable. Sus páginas de consejos y truquitos para ser contratado sirven para una chingada y una jodida. Tengo tantas plantillas de modelos de currículums que pierde el sentido. Gastan un montón de recursos en hacer platiquitas de motivación a sus empleados pero los siguen subpagando y subcontratando, eso es la principal desmotivación. Hacen más platiquitas para que tengan "amor a la camiseta", pero a la empresa misma no le interesan sus empleados, sólo su fuerza laboral, toda la que le puedan chupar para luego desecharlos.
Por eso me cagan la madre los pinches pendejos de recursos humanos.
Gracias por la lección GrupoMDC